lunes, octubre 27, 2008

(...) Clara deja el té sobre la cuadrada y chiquita mesa de la cocina con cuidado, para no volcar nada fuera de la taza amarilla. Se cruza de piernas y pone sobre ellas sus manos en forma de cruz tirando su cuerpo hacia el respaldo de una silla dura y marrón y mira hacia la nada. Por momentos parece quedar atrapada en los azulejos que tiene enfrente pero se distrae con facilidad con el gato que tiene bajo la mesa jugueteando con sus pies. Le da un sorbo al té, suspira y vuelve a beber. “Que amargo que está“ piensa, y busca en el viejo modular la azucarera con una esperanza inconsciente de endulzar también su vida.
Mientras pone cuchara a cuchara el azúcar en el líquido marrón piensa en los suspiros que ha difundido esa tarde; sigue suspirando.
Alejandro entra por la puerta y Clara para de suspirar...

1 comentario:

Lolitaa dijo...

Acaa te firmoo para qe dsps no digaas
no me firmaastee juum!
JAJAJA

Lindo testo ( a lo profesora de plastica ajaja)
besiitoo
te amo papanatas :)