viernes, enero 09, 2009

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Y sentada en el sillòn, jugò con los dedos y con las lunas que creyò que habìa olvidado. Se habìa olvidado que las tenìa en el bolsillo de la campera esa que da calor, se cruzò de piernas y se acordò lo que soñaba en esas lunas y sonriò. Ojala no las conquiste nadie màs, Santi y yo nos la rebuscàbamos bastante bien.

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