sábado, enero 17, 2009


Juan L. se queda dormido, bajo el retrato de su piano ya deshecho
Sueña con acordarse de las melodías que compuso para ella
Juan L. se despierta, casi totalmente despabilado y sueña despierto
Con las notas que no se atreve a dedicarle a nadie
Juan L. solìa confiar en los cientos de sonrisas
y abre los ojos todos los dias, esperando que alguien los abra tambien.
Se esconde entre la cortina de humo de su marchito cigarrillo ya consumido
Y se acurruca en el sillón rojo haciendo de cuenta que tiene frío
Juan L. no sabe, que el coctel de pastillas que tomó no le hacen tener frío
Se pregunta cómo puede llamarlo destino, si jamás la volverá a ver
Y se duerme como vive, entre cenizas y humo.

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