jueves, julio 16, 2009

Silence please.

Allí se encontraba, entre el viento y las nubes, cuando apareció responsablemente el jefe menor, Cumplidor, y le dijo:
-Siéntate Silencio, hemos de hablar tu y yo, de como te rebelas a lo que eres y para lo que fuiste creado por ÈL. ¿Cómo te atreves a romper las reglas de tal manera?, ¿acaso es que no valoras el Don que has recibido? ¡Desagradecido has salido! Ahora pues, vete y has lo que sabes hacer, bien sabes que para otra cosa no sirves pero para lo que si sirves, eres el mejor.
Así en silencio se fue, bailando y cantando tristemente, con lágrimas silenciosas esperando que alguien pidiera por él.
Continuo la tarde hasta caer en noche azul, pero nadie pidió Silencio siquiera una vez. Agotado, se fue este a meditar junto al Río, sentado sobre las rocas cubiertas de musgo.
-¿Qué es lo que tanto te hace sufrir?, ¿acierto si apuesto a que es por una mujer por la que tanto has de mojar mis aguas con llanto?
Y en Silencio, negando con la cabeza suspiró, una y otra vez.
-¿Es entonces que te encuentras agotado de tanto trabajo?- prosiguió el Río.
Volvió el Silencio a negar con la cabeza y, esta vez, sus suspiros fueron más tristes que antes. Dudoso, el Río continuó:
-Pues si no es el corazón ni es el cansancio, rompe las reglas y dime Silencio, aquí y ahora, ¿por qué es que lloras sobre mí?


...ends the first part

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