sábado, septiembre 19, 2009


Bajo el farol amarillo,
de la calle tomada por tu nombre
alimento mi paranoia,
si es ésta la que te recuerda
Y hare un cigarrillo con un poema tuyo
para que su humo sean las cenizas de nuestra historia

En mi despertar no quiero magia,
al despertar solo te pido,
mátame, mátame de amor.

Átame el olvido, y olvídame allí
que lo mismo hare yo,
si consigo deshacerme del corazón.

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