sábado, noviembre 28, 2009



Pienso en la posibilidad de que tu secreto no sea el arma que me està apuntando esta madrugada. Que sea yo la ùnica que tenga el cuchillo sobre mi corazòn. Pienso en responsabilidades y culpas, en llantos y silencios ¿Seràs vos aquèl que ponga vendas a estos ojos que ven todo como una fuente de agua rociando arena en mi territorio?
Pienso a la mañana, a la hora azul, en el intenso crepùsculo y con la luna. Pienso en vos, y despuès...no pienso.
Ese encuentro efìmero fundò en un amor platònico indestructible.
Yo, efìmera. Vos, indestructible.

Para herirme, puedes usar cualquier bala casera. Para matarme, solo te basta con decirme adiòs.

martes, noviembre 17, 2009

Hasta luego, abue.


Sòlo conocìa tu historia, y asì es como yo te conocì.

Lentamente pasaron ràpidos los dìas y no nos volvimos a ver; y las preguntas se disiparon en el aire en donde quizàs, quizàs se encuentren con vos en ese lugar en el que estàs ahora; ahora tranquila, blanda y exquisita.

Y dicen que todo es por algo pero no todo se consuela, no todo sana.

Hay dolores que se van, cicatrices que se curan y estàn, mucho màs frecuentes en tu historia, las làgrimas crònicas. Esas que nunca se van a ir porque nunca las lloraste; lo que no sale de tus ojos nunca, no puede desaparecer.

Tu tacto siempre ausente ahora es imposible. Tus ojos brillan por sobre el sol ahora. Sos luna, Neptuno y Madre Tierra. Sos madre.

Y a lo extinto en materia, todo se le perdona, quedando asì tu feliz recuerdo.