martes, noviembre 17, 2009

Hasta luego, abue.


Sòlo conocìa tu historia, y asì es como yo te conocì.

Lentamente pasaron ràpidos los dìas y no nos volvimos a ver; y las preguntas se disiparon en el aire en donde quizàs, quizàs se encuentren con vos en ese lugar en el que estàs ahora; ahora tranquila, blanda y exquisita.

Y dicen que todo es por algo pero no todo se consuela, no todo sana.

Hay dolores que se van, cicatrices que se curan y estàn, mucho màs frecuentes en tu historia, las làgrimas crònicas. Esas que nunca se van a ir porque nunca las lloraste; lo que no sale de tus ojos nunca, no puede desaparecer.

Tu tacto siempre ausente ahora es imposible. Tus ojos brillan por sobre el sol ahora. Sos luna, Neptuno y Madre Tierra. Sos madre.

Y a lo extinto en materia, todo se le perdona, quedando asì tu feliz recuerdo.

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