viernes, marzo 13, 2009

Querido Corazòn, no;
Estimado Corazòn, tampoco;
Corazòn mìo, puff, menos!;

Tù sabràs entenderme:
¿Quién le ha dicho a ese bebé con alas que quiero que me lastime con sus filosas flechas rojas en el corazón? ¿quién le habrá dado permiso?, ¿será que alguna vez lo pedí sin querer...o sin creer lo que podría pasar?
Que nos mejores, poco a poco, y sepamos pedir y soñar con màs precisiòn.


PD: Perdòn Corazòn, no quise suplicar nunca por algo asì...

No hay comentarios: