La paz va a ser posible el dìa en que dejemos de jugar a la pelota con la cabeza de la justicia.

Enterró su tristeza ahogada en los celos de su inocencia. Abatió sus miedos para llegar hasta los suyos. Esperó con desesperada paciencia y se impacientaba cada vez más. Oyó como sus ojos parpadeaban en medio del suave silencio, casi pudo oír a su corazón llorar como un niño asustado. Se llevo las manos temblorosas y frías a la cara rogándose no sentir las lagrimas caer.

"Aunque las leguas se interponen entre

nosotros, ya no pueden separarnos.

Porque el amor que vence al tiempo no puede

sino estar a cubierto del espacio".

Francisco Luis Bernàndez.

-Mr., ¿Por qué te vas?
Mmm, creo que simplemente se termino el amor, algún día tarde o temprano iba a pasar
-A mi no me va a pasar, es lo que yo siento ahora. Estoy muy triste y no se como voy a hacer
No sufras por amor, somos todos y todas iguales y no vale la pena
- ¿A vos no te hubiera dolido antes?
Supongo
-¿No te duele?
Nada casi
-Que lástima que amemos ¿no?
Y si, amamos, pero todo pasa, ¡no pasa nada!
-¿No será ese el problema?¿que no pase nada?
No te entiendo
-Deja no importa. Te extraño, ¿vas a volver algún día?
No sé, quizás, pero no te lo preguntes tanto o el destino va a cambiar mi decisión
-Te amo
Yo te amé

Ella estaba segura, si no volviera, él extrañaría las mañanas con olor a café; extrañaría dejar su perfume y algo más en la cama; extrañaría fumar en el balcón después de. Saber que al abrir la puerta de madera verde y agrietada allí estaría Clara con su té esperándolo volver. Extrañaría lo sencillo y espontaneo que era amar a Clara.
Y por eso volvería, solo por eso. Y ella era feliz.
(...)

Clara ve pasar en su living otro absurdo domingo bañado de aburrimiento.

Se recuesta, retorcida, agobiada del perfume de él que se eleva de la cama cada vez que golpea la almohada con el puño, cerrado, violeto, triste. Da mil vueltas y una más, enredándose cada vez más en sus pensamientos al mismo tiempo que sus blancas piernas se enroscan con las sábanas azules encadenándose al dormitorio como los días anteriores.
El café amargo se enfría sobre la mesa de luz de pino oscuro repleta tazas vacías y otras no tan vacías situadas bajo la única luz en la habitación de Clara; el velador encendido permite vislumbrar el objetivo de los puñetazos, patadas y almohadonazos que da de vez en cuando cuando no se permite seguir llorando.
Las telas de la cama parecen un piso de hielo y lo parecen aún más a medida que las lágrimas que caen se siguen enfriando, tal y como el café.
Piensa como seguir mañana en la mañana una vez que sus días libres hayan acabado y deba enfrentarse frente al espejo, al sol y al afuera. Se levanta débil e inestable pero se levanta; busca en el baño papel higiénico y se seca el llanto, por lo menos el que se ve.
Clara abre la ducha y va a calentar su café mientras el agua se calienta...
(...)

Èse gran soñador soñò de dìa lo que realizò al anochecer.

(...) Clara deja el té sobre la cuadrada y chiquita mesa de la cocina con cuidado, para no volcar nada fuera de la taza amarilla. Se cruza de piernas y pone sobre ellas sus manos en forma de cruz tirando su cuerpo hacia el respaldo de una silla dura y marrón y mira hacia la nada. Por momentos parece quedar atrapada en los azulejos que tiene enfrente pero se distrae con facilidad con el gato que tiene bajo la mesa jugueteando con sus pies. Le da un sorbo al té, suspira y vuelve a beber. “Que amargo que está“ piensa, y busca en el viejo modular la azucarera con una esperanza inconsciente de endulzar también su vida.
Mientras pone cuchara a cuchara el azúcar en el líquido marrón piensa en los suspiros que ha difundido esa tarde; sigue suspirando.
Alejandro entra por la puerta y Clara para de suspirar...

La lluvia de a dos es siempre mejor
cuando no se extraña el piso, es más fácil salir volando
y no pisar las marcas de las gotas en el barro

Cuando termine de llover,
llegaremos al arcoíris,
porque el arcoíris no existe si no se empapan dos

Clara baja las escaleras rápidamente: tiene miedo de quedarse arriba viéndolo dormir y volver a amarlo. Ya lo amó, muchas veces antes, ya lo lloró tantas veces y sin embargo, no aprende. Se despierta una vez más al lado de Alejandro, lo ve dormir, lo acaricia, lo tapa para que no tenga frío, lo vuelve a mirar, lo besa, lo ama.
Se hace un té esperando inútilmente tirar junto con el saquito todas las mañanas que pasó con él y se sienta en una silla de la cocina esperando que el mediodía llegue pronto y Ale se despierte, le de un beso y se vaya, otra vez.
Siempre era un otra vez. Tal como un guión anónimo escrito en las sábanas de la cama de Clara él se escapaba por la puerta de adelante, adelante suyo, con su permiso.
¿Por qué se sentaba a despedirlo felizmente? ¿Por qué se quedaba mirando la puerta de madera, abandonada, cerrada, fría? ¿Acaso esperaba con su té a que él volviera, otra vez?
(...)

Y me pregunto que será de mi en las solitarias noches oscuras

cuando ya no estés para protegerme de mí misma

¿Qué se supone que haré cuando ames de nuevo?

.

.

.

Me sentaré y esperaré al amanecer para buscarte
entre cada calle de la ciudad en la que te escondes
te volveré a encontrar una vez mas en mi mente
para asegurarme de que aun sigues allí

De cómo un joven y una joven se cruzaron en una esquina de algún pequeño recuerdo...

Clara miraba televisión cuando el cabello largo de un actor la hizo acordarse de un hombre en un recuerdo viejo y desgastado que no había visitado desde el día ese en que supo que solo podría recordarlo el resto de su vida.
Abrió un cajón rebalsado de trozos de papeles inservibles y significativos y sacó una pequeña y arrugada servilleta desde el fondo.
Te amo.
Le hubiera gustado leer aquello escrito sobre el papel de confiteria. Le hubiera gustado que Alejandro lo hubiera sentido. Le hubiera gustado tomar el café juntos. Le hubiera gustado sostener hoy la servilleta con él.
Pestañeó repetidas veces para encarcelar las lágrimas que el recuerdo de Alejandro liberaba y ordeno todo para cerrar el cajón, otra vez. Entonces pensó en todas las veces que lo abrió y cerró, en todas las veces que pestañeó para no llorar, en todas las veces que lloró igual. Le hubiera gustado haber cerrado el cajón hace mucho o por lo menos abrirlo sin suspirar.
Clara termino de ver la película, lloró y esta vez, sí cerró el cajón.
(...)

Cada día debería tener un amanecer distinto
Y tener su propio sol radiante saliendo
Y cada nuevo sol debería iluminar tu rostro
Instalándose sutilmente en tu corazón

Delicadamente apoyarían cada rayo
Sobre tu tierna mirada triste
Y con ellos deberían secar tus lagrimas
mientras suaves pintarían tu boca

¡Deberían haber muchos soles cada día!
Para que encaminen brillante tu camino
¡Deberían haber muchos soles!
Y graciosamente con cada uno podrías jugar

En las noches, una sola luna será necesaria
Para que te cante dulcemente en el oído
Y te acunaría con ternura hasta dormir
Prendiéndote las estrellas resplandecientes

Guardaría con cuidado tus sueños al despertar
Devolviéndotelos al marcharse la luz
Con los que jugarían mientras duermes

En las noches una sola luna será suficiente
Para que te tome con sus brazos
Y con su blanca luz, de la oscura noche te proteja

En la simplicidad de las palabras,
. ..............................Està la complejidad del sentimiento.

¿A dònde se fueron aquellos complejos dìas nublados?
¿A dònde se fue la lluvia regada de rocios nocturnos?
Nuevamente suena el blues de los oscuros cielos noctámbulos
Vuelven a tocar melancolìa sobre calles verdes y campos tristes

¿Cuando fue que se despidieron los amores fugitivos?
Corren pròfugos pizando sus zapatos agrietados
¡Callejeros vagabundean los amores!
Vagos y temerosos desalientan a cualquiera enamorado
¿Es asì como nos acobardamos del amor abriles atràs?

A orillas de la cama

A orillas de la cama,
En la esquina del colchòn
Me recuesto en la alfombra azul
Con mis brazos tirados sobre las pulidas sàbanas

A orillas del colchòn,
En la esquina de la cama
Donde te deje ir la ùltima vez
Donde me deje ir aquella vez

Dejès las ventanas sin llave
Por si mi corazòn te hacia volver
Y me dormì mirandote
en los cielos de mi imaginaciòn

A orillas de los rios
Que mis làgrimas formaron
Me encuentro encontrandote
Tan lejos y tan complejo

"Amanda"

Ella tenia tantos años como las arrugas de su piel podían mostrar y, sin embargo, en sus ojos solo se podía ver un primer amor de juventud, de eterna juventud.

Se encontraba recostada sobre algunos escalones del muelle con su rostro desafiando al viento mientras era mojada por las olas que rompían bajo sus pies.

Su rostro miraba al cielo pero sus ojos solo conseguían acariciar recuerdos de noches y mañanas, de lunas y soles, y amores y lagrimas.

Lagrimas que derramaba mientras pensaba, lagrimas que se convertían en gotitas de mar azul.

Allí sola y pensativa se preguntó: ¿Hace ya cuanto tiempo llevo aquí mirando todo a mi alrededor sin observar cuan bello es?

Se ruborizaba para ella misma habiéndose admitido que el sentimiento de amor que llevaba consigo hacia tantos años le hubieran impedido ver la hermosura de las cosas que tenia a su lado. Y se ponía triste porque sabia que ya no era joven y fresca como lo era cuando se enamoro por primera y única vez; ahora era vieja y solitaria, y en su memoria reinaba un eco profundo, reinaba la nada y cada día que pasaba se hacia menor.

Y lloró aun más cuando se dio cuenta de que un día podía perder lo único que tenia, lo único que había sentido suyo durante toda su vida.

- Un día podría despertar y venir al mar sin saber en que pensar. Un día podría olvidarte amor mío – susurró - ¿Si mi memoria no durara para siempre, dime como recordare que todavía te amo?

Entonces se juró que haría que sus recuerdos se convirtieran en algo mas presencias en su mente. Se prometió a si misma convertir sus sentimientos en algo a lo que pudiera acudir cuando su memoria comenzara a decaer.

Intacto estará mi amor, amor mío. Intacto quedaras hasta el fin de mis días.

Así comenzaba a grabar las tablas del muelle. Convertía sus sentimientos en madera tallada mientras el agua salada se agitaba y las nubes se apropiaban del cielo al mismo tiempo que lo cambiaban de color.

Amanda amaba el mar pues le hacia volver atrás y así, podía volver a ver al amor de su vida.

Ella había amado toda su vida, había amado con mucha dulzura.

¿Amor mío, sabrás algún día que no habrá ninguna puesta de sol mas perfecta que la de hoy?

De esta manera iba llenando cada trozo de madera hasta que no hubo mas lugares donde grabar, o palabras que inmortalizar.

Amanda se apuraba, pues la lluvia había comenzado a caer ferozmente y el mar estaba creciendo rápidamente.

Se iba una vez mas, pero no del mar. Amanda había dejado su corazón grabado en el muelle y sus lagrimas eran parte del agua. Su perfume quedaría para siempre siendo parte de la brisa y en la arena las huellas de su partida.

Ella se fue para no volver. Se fue a fabricar nuevos recuerdos – decía un marinero.

Y seguía caminando, Amanda no se detenía pues ya no tenia 16 años, pero aun así podía esperar a que el amor le golpeara la puerta una vez mas.

Algunas personas viven sus sueños,

Algunas personas cierran sus ojos;

Tan pronto como mi corazón deje de romperse,

Tan pronto como la eternidad haya pasado,

Yo te habré olvidado.

“Amor. Amor lo llamé durante estos tantos y largos años. Amor fue lo que sentí.

Y hoy, mi amor, no soy capaz de seguir sosteniéndolo, no soy capaz se sostener mis lagrimas por mucho tiempo más.

Y el ayer queriendo dibujar nuestro futuro fue hermoso. Pero el futuro repentinamente llego y me sorprende un día, descubriéndome como una persona diferente a la que fui; diferente a la quería ser.

¿Si estoy sufriendo?, lo escribo debajo de cada palabra. No puedo luchar más. El amor que sentí se fue extinguiendo poco a poco y, ahora en mi desconcierto, se perdió.

Ya no soy lo mismo, soy lo que te hace feliz. Empiezo cada nuevo día sonriéndole a mi rutina solitaria, acobijándome en la casa que ve a mis hijos crecer cada día sin poder salir de ella.

Me oculto detrás de las paredes de tu indiferencia. Intento ser capaz de unir nuestras felicidades. Y me pregunto, ¿cómo puedo hacerte tan feliz si yo no lo soy?

Mi esencia se quedó en un lejano pasado y no fui capaz de alcanzarla. Quisiera seguir a mi corazón pero bien sabes que mi corazón tampoco desea convertir este cálido hogar en un infierno.

Así que mañana me despertaré una vez más para darle la bienvenida a un nuevo hoy y un nuevo mañana.

Mañana volveré a ser la mujer que responde a tus intereses. Hoy déjame ser YO misma.

Con suerte, algún día me acostumbre otra vez o vuelva a amarte como ayer.”

Escribí esto en el lugar de un ser muy amado y representa algo mas. Mi miedo más profundo: El futuro.

Tengo mucho miedo de identificarme con el texto anterior, de ser infeliz para seguir cultivando la felicidad de mi hogar.

Y veo esta historia día a día y no me parece justo.

No, no es justo ¡No es justo!

El amor no debería permitir que esto suceda, el amor debería protegernos. Debería hacernos feliz. Pero no lo hace y no es justo.

A la persona que fue y sigue siendo mi protectora, y a lo seguirá siendo a lo largo de mi futuro le digo: No es justo. No quiero ver tu dolor crecer guardado interiormente para no herir. Que estés herida hace que me duela, quiero verte brillar y ser feliz. Te quiero.

Algún día tendré el valor de decirte todo esto, quizás de mostrarte lo que escribo. Tal vez el mismo día en que le diga al amor de mi vida que lo amo y lo extraño. No voy a poner un tiempo fijo, quiero sorprendernos aquel día. Se paciente, aguanta lo mas que puedas, sos un ángel y los ángeles tarde o temprano abren las alas. Los ángeles como vos merecen maravillas y sos joven, asique tengo fe en que vas a ser feliz.

¿Tienes un corazon de piedra?

No puedo detener el dolor en mi interior;

cuando el amor y el odio chocan

Màs allà

Quizás mañana no despierte, tal vez abra los ojos pensando en ti otra vez;

Pero se que estaré aquí y seguiré repitiéndote en mis líneas, lo que tu significas para mi

Ven y escucha mis imágenes, sostenme en durante los días de sol.

Conviértete en mi, sigue apoderándote un poco mas de este mundo mío, haz que sea tuyo.

Más allá de las líneas de colores de mis ojos, más allá de mi piel,

más allá de lo que escribo, estoy yo, esperándote, ¿me esperaras?

Más allá de las distancias, ¿me recordaras?

Puedo verte, puedo sentirte; siente como mi amor se apodera

de todos los pasajes oscuros

Experimenta lo que amar.

Más allá del todo, ¿permanecerás?

Hay alguien allí esta noche,

Sosteniendo lo que era mío?

Contradictoriamente Enamorada

Todavìa no tengo claro en mis dieciseis años lo que es la Dependencia, aunque claro, siempre “depende” del tòpico del que se hable.
Si utilizo aquèl tèrmino para describir mi relaciòn con Mr. tal vez se le puedan atribuir tambièn otros sinònimos; esclavitud, necesidad, obediencia, sumiciòn. NECESIDAD, eso es, yo necesito de èl para vivir.
Cada palabra suya, cada pensamiento, cada foto, comentario o incluso algùn viejo recuerdo es suficiente para cambiar mi estado de ànimo; para bien o para mal, otra dependencia, para variar. Sì, su total y afortunada existencia es simplemente como un placebo exquisito y adictivo del cual no puedo salir. Lo que me es insuficiente, paradójicamente, es èl: dueño de una individualidad indescriptible, de una insensibilidad dulce y cariñosa que me enamora cada vez màs, dueño de mi.
Su presencia, o mejor dicho, su “representaciòn “ me hace sentir plena, completa, feliz mas que cualquier otra cosa en el mundo y eso me asusta. Me aterra pensar que jamàs va a poder ser mio y jamàs voy a poder ser suya, que va a ser de alguien màs. Y no solo me daba miedo sino que ademàs me duele con cada làgrima que parece lastimar mi rostro a medida que cae.
No puedo contemplar ni un solo dìa en mis sueños en los que èl no este, porque como dije hace unos instantes, simplemente lo necesito, aun cuando està lo màs lejos posible de ser simple.
Lo amo, lo idolatro. Quiero saber todo lo que es posible saber sobre otra persona y quiero aprender todo lo que sea capaz de enseñarme y lo que no tambien.
Volviendo con las contradicciones, (porque no solo este amor sino mi entera vida esta llena de contradicciones) me acostumbrè tanto a sentirme dèbil y fuerte a su lado que es casi imprescindible para mi subsistencia, tan imprescindible que desearía por momentos que fueramos Adàn y Eva, nosotros dos solos en el mundo sin que hubiese pasado pero si un futuro brillante y perverso lleno de tentaciones en los que comenzariamos, literalmente, de cero solo que Dios no serìa precisamente” Dios” porque esta claro que si hay un ser divino capaz de hacerme sentir en paz y felicidad es èl, Mr.
Incluso aquella religiosa y ridìcula utopia me entristece porque no pretendo que seamos solo una fábula quizàs inventada por mi para tenerlo durante toda la humanidad (y un poco màs). Quiero que seamos algo real, envidiable y hasta tradicional. Quiero sentir su compañìa pero no en la distancia, no, no quiero sentir distancia en ningùn modo.
Sè que aquèl hombre nueve años mayor que posee la “magia” de hipnotizarme en cualquier momento es mucho màs realista que yo, y mucho màs maduro por supuesto, entonces, consciente de las burocracias legales de este mundo elige a alejarse, màs aùn ¿y còmo puedo yo cuestionarselo? ¿còmo puedo yo cuestionarle que elija su libertad y no un amor pasajero con una adolescente? serìa egoìsta y a pesar de que fallo inutilmente intento no serlo. Intento darle todo el amor que sea capaz de dar y conformarme pacientemente con sus pequeñas retribuciones por màs que estas no me satisfagan y, si de realismo se trata, hay que reconocer que quien paga màs caro en este tipo de relaciones ( si es que se le puede llamar relaciòn) es el mayor de edad.
En realidad nunca entendì el porquè de esa ley tan contradictoria como mi mente. Es decir, ¿no se casò la Virgen Marìa con un hombre que tenia vaya a saber cuantos años màs que ella a una edad que no superaba los 15 años? ¡Y se dicen un paìs de cristianos!
Y que hay del gran Procer argentino, ¡nuestro libertador Josè de San Martìn! que a los treinta y cuatro años se caso con Dolores Escalada de tan solo 15, entonces lo justificaràn diciendo que fue un matrimonio arreglado por conveniencia, ¿eso es justificar? ¿no es mejor decir que cada uno es libre de amar a cualquiera sin importar la edad? Mmm...quizàs sea màs fàcil decir que todas esas relaciones estàn manejadas por el adulto que manipula al infante por màs que este ùltimo diga lo contrario. Y lo padres le van a echar la culpa al señor y mandaràn a sus bebès a terapia, no sin antes “dejarles bien en claro” que lo que hicieron esta MAL. Mal esta el sistema de justicia que deja a violadores y asesinos sueltos, mal esta la polìtica que realiza monumentos a los caìdos en Malvinas pero que los dejan en la calle sin asistencia psicologica ni medica o pensiòn algunal. Mal estàn muchas cosas pero es màs fàcil ocuparse de nimiedades tan insignificantes que hasta son rìdiculas.
Pero en fin, me fui por las ramas hablando de sistemas polìticos y leyes ¡puaj!.
Continuemos entonces. ¿Còmo puede una persona adueñarse tanto de los pensamientos de uno? ¿Còmo puede uno, inocente de las consecuencias de dicha pasión, distinguir entre obsesiòn y amor? ¿Y si son lo mismo? No.
El amor es mucho màs, es obsesiòn, pero acompañada por pasiòn y afecto. En realidad es inexpresable en palabras solo se expresa a travèz de actitudes, porque un carta de amor que contenga miles de palabras sigue siendo una actitud.
Y este amor, màs allà de su significado, es todo lo que mi alma siente por esa persona.
Amor, porque mi necesidad al fin y al cabo, està dentro de aquèl sentimiento.


El amor vive, el amor muere;
El amor ruega, el amor complace.